Con ingredientes que normalmente están en la casa, podemos hacer mascarillas para la cara que de manera natural ayudan a hidratar, exfoliar, nutrir o relajar la piel.

Hacer mascarillas puede ser parte de una sesión completa de SPA casero. Mira acá como hacer tu propia sesión de SPA.

Ten en cuenta estas recomendaciones para hacer correctamente tus mascarillas: 

  • Antes de aplicar cualquier mascarilla debes lavar tu cara con agua limpia y jabón sin químicos (preferiblemente de PH neutro).
  • Después de aplicar cada mascarilla y enjuagar, debes aplicar crema hidratante.
  • Todas las mascarillas se deben aplicar de la mitad de la nariz hacia los costados y de la mitad de la frente hacia los costados. Para la zona de los labios, debes cerrarlos firmemente y aplicar también de la mitad hacia los costados.
  • Las mascarillas con gránulos, como la de miel y azúcar, se deben aplicar con suavidad para ayudar a remover impurezas de los poros sin “rayar” la piel.
  • Antes de cualquier mascarilla debes limpiar el maquillaje y puedes hacer vaporizaciones para ayudar a abrir los poros.
  • Si tienes el pelo largo, recógelo antes de aplicar cualquier mascarilla y envuélvelo en una toalla para evitar que se unte.

Mascarillas exfoliantes: 

Mascarilla de miel o banano

De miel:

A media taza de agua limpia y tibia, agrega tres cucharadas soperas de miel. Revuelve con una cuchara hasta que la mezcla esté homogénea.

Agrega una cucharada de azúcar y aplica inmediatamente la mascarilla para evitar que el azúcar se disuelva, ya que el objetivo es que ayude a remover células muertas y limpiar los poros.

Aplícala de acuerdo a las recomendaciones, déjala secar y enjuaga con agua fría y limpia.

De banano (en algunos países les dicen plátanos):

quita la cáscara a dos bananos y agrégalos a un recipiente hondo. Añade una cucharada de azúcar y con las manos o con un tenedor, haz una pasta cremosa. Aplica la mascarilla de acuerdo a las recomendaciones que leíste arriba.

Mascarillas nutrientes:

Mascarilla Cacao - Avena - fresa

De cacao:

A media taza de agua limpia y tibia, añade cacao en polvo. Ve  agregando una cucharada a la vez y vas mezclando hasta obtener una pasta cremosa. Aplícala de acuerdo a las recomendaciones que leíste arriba, déjala secar y enjuaga con agua fría y limpia.

De avena:

Prepárala de la misma manera que con la de cacao si es avena en polvo. Si es con avena en hojuelas, debes dejarlas en remojo desde el día anterior para ablandarlas.

De fresa (en algunos países se conoce como frutilla):

A una taza de agua agrega una cucharada de miel y entre 5 y 10 fresas maduras sin hojas. Licúa hasta obtener una pasta cremosa (si está muy líquida agrega más fresas y si está muy espesa agrega más agua).

Aplica la mascarilla de acuerdo a las recomendaciones que leíste arriba; déjala secar y enjuaga.

Mascarillas hidratantes

Mascarillas de Huevo o Melón

De huevo:

Separa la yema de un huevo y combínala con una cucharada de miel hasta obtener una consistencia cremosa. Aplícala de acuerdo a las recomendaciones hasta que seque y enjuaga muy bien.

De melón:

Es una de las frutas más recomendadas para hidratar al consumirla; pero también sirve como hidratante de la piel. Basta con licuar trozos de la fruta en poca agua con una cucharada de miel para hacerla papilla y aplicarla de acuerdo a las recomendaciones.

Mascarillas relajantes

De pepino (relaja y también hidrata):

  • En un recipiente disuelve un litro de agua fría y limpia con una cucharadita dulcera de azúcar.
  • Corta el pepino en rodajas muy delgadas y agrégalas al agua.
  • Déjalas en remojo durante dos horas
  • Con la cara limpia y el pelo recogido, recuéstate sobre la cama sin almohada o con una muy delgada y ve poniendo las rodajas de pepino por toda la cara.
  • Inicia con los ojos (ayuda a relajar la presión ocular y disminuir las ojeras)
  • Después pones rodajas en la frente, la nariz y las mejillas
  • Finalmente inclina un poco la cabeza hacia atrás y pones rodajas en el cuello (por eso no se debe usar una almohada muy gruesa)
  • Quédate inmóvil hasta que la piel haya absorbido la mayoría de agua (los pepinos estarán casi secos)
  • Termina la sesión de acuerdo a las recomendaciones que leíste arriba.

De té:

Puedes usar té en bolsitas o también hojas de té. Para el primer caso, en un recipiente pon 4 tazas de agua caliente y haz una infusión con cuatro bolsitas de té.

En una taza pequeña, deja solo un poco del líquido y dentro de ella las bolsitas (puedes beber normalmente el resto para no desperdiciarlo).

Lleva la taza a la nevera por dos horas y pon las bolsitas de té sobre tu cara cambiándolas ocasionalmente de lugar y de lado hasta que se sequen.

Con hojas de té natural, haz la misma operación.